El rey Felipe VI inauguró este miércoles la XXVII edición de
Las Edades del Hombre
Fiel a su tradición, Las Edades del Hombre no ha hecho ascos al arte contemporáneo como transmisor de valores religiosos, espirituales y humanísticos. En el equipaje de esta edición, además de Miguel Iribertegui, el pintor José Vela Zanetti (1913-1999) y Venancio Blanco (1923-2018)
El rey Felipe VI ha inaugurado este miércoles 12 de junio en Villafranca del Bierzo, León, la XXVII edición de las Edades del Hombre que este año lleva por título ‘Hospitalitas la gracia del encuentro’. La miembro del Departamento de Arte de la Fundación Edades del Hombre Olalla González Cuadrado ha explicado la concepción de ‘Hospitalitas’, las dos muestras con las que se configura la 27 edición de Las Edades, que por primera vez se desarrollará en dos comunidades autónomas diferentes: Castilla y León y Galicia.
En el acto de inauguración de la exposición ha estado presente el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja y el obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández entre otras autoridades civiles, militares y eclesiásticas.
Felipe VI ha llegado en coche a la villafranquina Iglesia de Santiago Apóstol, donde se ha dirigido a la Puerta del Perdón, por la que los peregrinos que no podían llegar a Santiago por encontrarse enfermos, obtenían la misma indulgencia que la que otorgaba su homóloga compostelana
El Rey preside, en Villafranca del Bierzo (León), la inauguración de la exposición “Hospitalitas: La gracia del encuentro / A graza do encontró” de la Fundación “Las Edades del Hombre”, que este año celebra su XVII edición.
Unos 180 kilómetros separan Villafranca del Bierzo, fecundo cantón literario (Enrique Gil y Carrasco, Ramón Carnicer y Antonio Pereira nacieron allí) y la vieja Compostela que acaso guarda los restos más venerados de la Cristiandad desde hace siglos (IX), menos incluso que el arco cronológico descrito por las 270 piezas de «Hospitalitas».
Está considerado el Codex Calixtinus (siglo XII) como el primer libro de viajes de la historia, a un tiempo devocionario, repertorio milagrero y manual de entretenimiento para el peregrino que desde Centroeuropa y más circulaba a pie por el Camino de Santiago, la gran autopista del medievo en Occidente.
Camino de la tumba del Santiago el Mayor, el primer inquilino del martirologio cristiano, los peregrinos se aventuraban en un itinerario no exento de riesgos ni peajes.
Se alojaban en hospitales erigidos con tal fin en un rasgo de amparo y generosidad que delata el lema («Hospitalitas»).
Desde el siglo I
El abanico temporal de «Hospitalitas» cuenta veinte centurias gracias a una Téser de Hospitalidad, un bronce hallado en Herrera de Pisuerga (Palencia) e interpretado como un pacto de apoyo, acogimiento y protección entre familias y sus descendientes, una figura zoomorfa (cerdo o jabalí) con una inscripción grabada que la Fundación Eugenio Fontaneda ha cedido para la sede villafranquina.
La cadena cronológica se cierra con un bronce del escultor Miguel Iribertegui (1938-2008), un pastor al cuido de sus ovejas que los Padres Dominicos de La Virgen del Camino (León) han prestado también para la sede berciana, que expone un centenar de piezas en la Colegiata y en la iglesia románica de Santiago.
Todas ellas hilvanan un discurso concebido por Sixto Castro y ensamblado en torno a cuatro capítulos o estancias que interrogan al visitante desde sus mismos enunciados: «Todo parte de una historia»; «¿Qué he de creer?»; «¿Cómo he de actuar»; y «¿Cómo me cabe esperar?».
Sustrato jacobeo
La vocación jacobea de Las Edades del Hombre no es nueva si se atiende a exposiciones anteriores centradas en el camino («Yo camino»/2007, «Encrucijadas»/2000 y «Lux»/2021), a las que ahora se añade este periplo final entre Villafranca y Santiago para celebrar, ante la tumba del apóstol, La gracia del encuentro/ A graza do encontro, como propone el subtítulo de «Hospitalitas».
Son seis etapas entre ambas poblaciones, según las guías del peregrino, las más complicadas por los kilómetros acumulados y la orografía, pero las más llevaderas por la proximidad de la vieja Compostela, donde la exposición (a partir del 19 de junio) se divide en nueve apartados con un carácter eminentemente divulgativo sobre el origen e historia del fenómeno jacobeo.
De tú a tú
Tampoco es noticioso el deslumbrante plantel de pintores escultores, imagineros, artesanos, arquitectos, orfebres y artesanos con que Las Edades del Hombre ha obsequiado a los más de doce millones de visitantes de las veintiséis exposiciones gestadas en treinta y seis años (1988-2024).
Sus catálogos son una enciclopedia de referencia donde Las Edades del Hombre tratan al arte ‘de tú a tú’ como en esta edición que reúne a los nombres más sobresalientes de los siglos XV (Maestro de Manzanillo y Gil de Siloé), XVI (Fernando Gallego, Alonso Berruguete, Juan de Juni, Alejo de Vahía y Luisa Roldán), XVII (Gregorio Fernández, Murillo y El Greco) y XVIII (Luis Salvador Carmona).
Fiel a su tradición, Las Edades del Hombre no ha hecho ascos al arte contemporáneo como transmisor de valores religiosos, espirituales y humanísticos. En el equipaje de esta edición, además de Miguel Iribertegui, el pintor José Vela Zanetti (1913-1999) y Venancio Blanco (1923-2018).