Francisco: “Cáritas Española se ha ganado el respeto de la sociedad más allá de sus creencias e ideologías”

Cáritas Española
Francisco: “Cáritas Española se ha ganado el respeto de la sociedad más allá de sus creencias e ideologías”

El Papa recibe a una delegación con motivo
del 75º aniversario de la institución

           Cáritas Española “Es para mí una gran alegría recibirlos hoy aquí como representantes de esta obra eclesial que es Cáritas España, y hacerlo además con motivo del 75 aniversario de la fundación de esta institución, que se ha ganado el respeto de la sociedad española, más allá de sus creencias e ideologías”

“No son los resultados los que nos mueven, cumplir objetivos programados, sino ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, y acogerla, abrir para ella caminos de restauración”

Inequívoco respaldo del Papa a la labor de Cáritas Española en la audiencia que esta mañana les ha concedido en el Vaticano con motivo del jubileo por el 75º aniversario de la creación de la emblemática organización eclesial. Al encuentro con Francisco ha acudido una delegación encabezada por su presidente, Manuel Bretón, la secretaria general, Natalia Peiro, el cardenal Juan José Omella, presidente del Episcopado español, y Jesús Fernández, obispo responsable de Cáritas y titular de Astorga.

“Es para mí una gran alegría recibirlos hoy aquí como representantes de esta obra eclesial que es Cáritas España, y hacerlo además con motivo del 75 aniversario de la fundación de esta institución, que se ha ganado el respeto de la sociedad española, más allá de sus creencias e ideologías, porque la Caridad, el Amor con mayúsculas, es el rasgo más esencial del ser humano, creado a imagen de Dios, y por ello el lenguaje que más nos acomuna”, les fijo Francisco a la delegación de la entidad, encabezada por el por su presidente, Manuel Bretón.

“Creo que esto es algo muy importante -prosiguió el Papa en su saludo-, pues nos permite ver cómo el modo de amar divino puede ser pauta del trabajo de Cáritas. En verdad, si Cristo nos llama a la comunión con Dios y con el hermano, vuestro esfuerzo se encamina precisamente a reconquistar esa unidad a veces perdida en las personas y en las comunidades. Y me parece que esto es algo que ustedes ya proponen, cuando plantean algunos retos en este esfuerzo”

Los retos

Al referirse a estos ratos, Francisco señaló como primero el de la necesidad de “trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”. “Efectivamente, no son los resultados los que nos mueven, cumplir objetivos programados, sino ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, y acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma, siendo capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su sitio y de abrirse a los demás y a Dios”.

Para ello se necesita el segundo reto propuesto: “realizar acciones significativas”. “No bastan gestos que buscan ‘salir del paso’, pero que no promueven un verdadero cambio en las personas. En una parroquia de España, la gente le preguntaba al párroco si él daba ‘bolsas’, es decir, si podían aprovecharse de esa coyuntura ‘asistencialista’ que en realidad los mantiene encadenados al subsidio, impidiendo su desarrollo”, puntualizó Francisco.

En este sentido, como añadió, citando el ejemplo de Jesús, “no basta ‘dar’, hay que ‘darse’. La caridad supone siempre una donación oblativa de la propia vida. Y esto será significativo, más allá de la acción concreta, cuando ofrezca a la persona una puerta abierta hacia una vida nueva. Parafraseando el Evangelio de Juan, si se nos buscara y se  nos alabara sólo porque la gente comió pan, y nos sintiéramos como reyes por esa razón, estaríamos traicionando el mensaje de Jesús. El Señor nos propone ser fermento de un reino de justicia, de amor y de paz. Nos pide que seamos nosotros los que demos de comer a su Pueblo ese pan partido que es Él mismo, enseñándonos que el que quiere ser verdaderamente grande debe hacerse servidor de todos.

Ser cauce

El último reto se une a lo anterior, señaló el Papa, “buscando ‘ser cauce de la acción de la comunidad eclesial'”. “La Iglesia -prosiguió-, como cuerpo místico de Cristo, prolonga en la historia su acción, por ello, Cáritas se nos propone como esa mano tendida que es de Cristo cuando nosotros la ofrecemos al que nos necesita, y a la vez nos permite aferrar a Cristo cuando Él nos interpela en el sufrimiento del hermano. Ser cauce no es simplemente una gestión más ordenada de los recursos, o un espacio en el que poder descargar la responsabilidad de esta delicada misión eclesial. Ser cauce debería entenderse, sobre todo, como esa oportunidad —de la que todos deberían aprovecharse— para hacer esa experiencia única y necesaria a la que el Señor nos invita cuando dice: “¿Quieres saber quién es tu prójimo? Ve tú y haz lo mismo”.