Pascua de Resurrección en Tierra Santa.
Del Mensaje del patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah.


¡Cristo ha resucitado! ¡Sí, verdaderamente ha resucitado! Feliz y santa fiesta de Pascua.

Cada fiesta nos lleva a reflexionar sobre el sentido de nuestra fe. Renueva nuestro ánimo para enfrentar los desafíos de la vida, privada y pública, y todas las dificultades que encontramos en todos nuestros países dónde se encuentran nuestras diócesis: Jordania, Palestina, Israel y Chipre. La fiesta nos invita a renovar nuestra fe en Dios y nuestra confianza en nosotros mismos, a fin de contribuir mejor a la edificación de nuestra sociedad en la cual somos llamados para llevar el amor a todos, sin distinción alguna y más allá de todas las barreras confesionales o nacionales. Cristo Resucitado, el triunfo sobre la muerte, el retorno a la vida, todo eso nos dice que, en primer lugar, Dios está entre los hombres: «Él ha habitado entre nosotros» (Jn 1,14); en segundo lugar, que «Él es amor» (1 Jn 4,8) y, finalmente, que Él nos hizo capaces de amar como Él mismo ama: «Nos ha dado de su Espíritu - dice San Juan-. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud» (1 Jn 4, 13.12). Por su muerte y su Resurrección, Jesús ha hecho de nosotros una criatura nueva y un Hombre Nuevo «en la justicia, la santidad y la verdad» (Ef 4, 23-24). Él nos ha colmado de su Espíritu y «el fruto del Espíritu -nos dice san Pablo- es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» (Gal 5, 22-23).


Segundo viaje apostólico de Benedicto XVI: a Polonia tras las huellas de Karol Wojtyla.

Del 25 al 28 de mayo de 2006 Benedicto XVI realizará un viaje apostólico a Polonia en el que recorrerá algunos de los lugares decisivos para la vida de Juan Pablo II y de su patria.
Las fechas de esta peregrinación fueron confirmadas el pasado mes de abril en un comunicado emitido por Joaquín Navarro Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, quien contemporáneamente ha publicado el itinerario que seguirá el pontífice en su segundo viaje internacional, tras la visita a Colonia (Alemania) de agosto pasado.
El lema de esta nueva peregrinación apostólica es «Sed fuertes en la fe».
Según el programa, el Papa llegará a Varsovia el 25 de mayo, jueves, después de un viaje de dos horas veinte minutos. En la capital tendrá lugar el bienvenida oficial de Polonia y en esa ciudad pernoctará.


Al día siguiente, viernes, el Papa viajará en helicóptero al santuario de la Virgen Negra de Czestochowa y en ese mismo día se trasladará a Cracovia también en helicóptero.
El 27 de mayo, sábado, el Santo Padre visitará Wadowice, cuna de Karol Wojtyla, y a continuación se trasladará al Santuario mariano de Kalwaria Zebrzydowska, visitado frecuentemente por el futuro Papa en su infancia y juventud. El Papa regresará a Cracovia para pasar la noche.
El 28 de mayo, domingo, Benedicto XVI celebrará la misa conclusiva y visitará el campo de concentración de Auschwitz. Regresará en coche a Cracovia para despedirse en el aeropuerto de esa ciudad de la patria de su predecesor. El avión con el que regresará a la ciudad eterna es de la compañía polaca LOT.


Benedicto XVI invita a todos los fieles a rezar por las vocaciones.

El Papa invita a todos los fieles a rezar y cultivar una íntima relación con Cristo “porque allí donde se reza con fervor, las vocaciones florecen”. En su mensaje con motivo de la Jornada Mundial para las Vocaciones, que tendrá lugar el próximo 7 de mayo, el Santo Padre subraya la necesidad de rezar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. “La santidad de la Iglesia, escribe el Papa en este mensaje hecho público hoy, depende esencialmente de la unión con Cristo y de la apertura al misterio de la gracia que obra en el corazón de los creyentes”.
El Pontífice alude en numerosas ocasiones a las enseñanzas del Apóstol Pablo y como él reafirma que “para responder a la llamada de Dios y ponerse en camino, no es necesario ser perfectos” porque la “fragilidad y los límites humanos no representan un obstáculo, con la condición de que contribuyan a hacernos cada vez más conscientes del hecho de que necesitamos la gracia redentora de Cristo”.
Benedicto XVI añade en este sentido que “en el misterio de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, el poder divino del amor cambia el corazón del hombre, haciéndolo capaz de comunicar el amor de Dios a los hermanos. En el curso de los siglos tantos hombres y mujeres, transformados por el amor divino han consagrado sus existencias a la causa del Reino”.
“Estos hombres y mujeres que han conocido a través de Cristo el amor del Padre, continúa el mensaje, representan la multiplicidad de vocaciones presentes desde siempre en la Iglesia”. En el cuadro de esta llamada universal, Benedicto XVI resalta la misión insustituible del sacerdote en la Iglesia, a pesar de la escasez de clero que se registra en algunas regiones.
El Papa recuerda otra vocación especial como es la de la llamada a la vida consagrada, a la que muchos hombres y mujeres dedican toda su existencia. A pesar de desarrollar distintos servicios en el campo de la formación humana y la atención a los pobres, en la enseñanza o la asistencia a los enfermos los consagrados no consideran estas actividades como la finalidad primordial de sus vidas sino “la contemplación de las verdades divinas y la constante unión con Dios en la oración”.


Nuevos estudios confirman que la Santa Casa de María en Loreto es auténtica.

Un reciente estudio arqueológico apenas publicado, dirigido por el arquitecto Nanni Monelli y el padre Giuseppe Santarelli, director de la Congregación General de la Santa Casa de Loreto, las piedras que se encuentran en la gruta de la Anunciación en Nazaret tienen el mismo origen que las piedras del altar de los Santos Apóstoles de la Santa Casa de Loreto.
Con este descubrimiento se reabre la discusión sobre la validez histórica de la traslación de la Santa Casa de Nazaret a Loreto, el santuario nacional de Italia, y sobre el misterio de cómo se produjo esta traslación.
Según la tradición, la casa fue trasladada milagrosamente desde Nazaret a Tersatto (hoy en Croacia) en 1291 y luego a Loreto.
Giorgio Nicolini, experto en la materia, autor del libro en italiano «La historicidad de la milagrosa traslación de la santa casa de Nazaret a Loreto» («La veridicità storica della miracolosa Traslazione della Santa Casa di Nazareth a Loreto») ha explicado que «sobre la autenticidad de la Santa Casa de Loreto como la “verdadera Casa nazarena” de María no hubo nunca duda, si no es en quien no conoce los estudios seculares al respecto; tanto que todos los sumos pontífices, durante siete siglos, confirmaron la autenticidad con solemnes actas canónicas de “aprobación”».
Ahora bien, este estudio sobre el Altar de los Apóstoles «es importante porque, además de proporcionar una ulterior prueba de la autenticidad de la Santa Casa de Loreto como la “Casa nazarena” de María, proporciona también una “prueba” todavía más espectacular en cuanto a lo “milagroso” de la “traslación” de la Santa Casa de Nazaret».
Al respecto, el beato Pío IX escribía, en la bula «Inter omnia», de 26 de agosto de 1852: «En Loreto se venera aquella Casa de Nazaret, tan querida al Corazón de Dios, y que, fabricada en Galilea, fue más tarde separada de sus cimientos y, por la potencia divina, trasladada más allá del mar, primero a Dalmacia y luego a Italia».
Con motivo de la celebración litúrgica de la «milagrosa» traslación del 10 de diciembre del mismo año, Benedicto XVI envió al obispo de Loreto una «inequívoca» y hermosa oración para ser recitada en el Santuario, informa el autor del libro.

NOTICIAS DEL MUNDO FRANCISCANO - CAPUCHINO

Mons. Flavio Carrazo, ex-general de los Capuchinos y hoy obispo de Verona, recuerda a Juan Pablo II y al Padre Pío.


El obispo capuchino Mons. Flavio Roberto Carraro ha recordado al Papa Wojtyla en el boletín diocesano “La Arena de Verona” el 2 de abril del 2006. Mons. Carraro, después de haber escrito sobre la devoción a la Virgen de Fátima y a los tres Pastorcillos y del sentido profundo de la amistad del difunto Pontífice, dice: “Otro lugar que nos permite entrar un poco en el corazón del Papa Wojtyla es su gran estima hacia el P. Pío. No ha removido, ciertamente, historias siempre difíciles para cualquier creyente sobre la vida de san Pío de Pietrelcina, sino que, como ha hecho, con frecuencia, ha actuado. Ha visitado al santo religioso, lo ha venerado, le ha pedido oraciones. En 1986 Juan Pablo II visitó la diócesis de Foggia y en aquella ocasión quiso visitar San Giovanni Rotondo. Evidentemente quería llegar a la tumba del Padre Pío que en aquel entonces no había tenido todavía reconocimientos oficiales por parte de la Iglesia, con respecto a su santidad personal. El hecho sorprendió a muchos y en todos los sentidos. Tuve la fortuna de estar presente en aquella visita. Dirigiéndome muy temprano a San Giovanni Rotondo, por el camino compré el diario Corriere della Sera. Un artículo de Luigi Accattoli se titulaba: “La visita del Papa que no agrada a la Curia romana”. Y explicaba correctamente, por su parte, el por qué de tal desagrado, concluyendo (más o menos) con estas palabras: «De todos modos, este Papa las cosas que quiere hacer las hace». Si, pero las hacía con una finalidad. En el caso del Padre Pío creo que quisiese pedir disculpas por los sufrimientos que le causaron desde el seno de la Iglesia. Termino contando un detalle particular de aquella visita: el Santo Padre apenas salió de la cripta donde está la tumba del Padre Pío, se apresuraba para visitar el Hospital ‘Casa Alivio del Sufrimiento, y, antes de subir al papa móvil, me dijo: «Te lo ruego, por favor, hacedme ahora caminar a este bendito Padre Pío». Estas palabras me agradaron muchísimo y me llenaron de admiración. El contexto, las informaciones que tenía me llevaron inmediatamente a interpretarlas en este doble sentido: “hacer progresar la Causa de Beatificación que se había paralizado y dar a conocer el mensaje profundo de aquella santidad tan rica de humildad y de misericordia”.
Ahora, el próximo 5 de mayo se cumplirán 50 años de la inauguración de aquel Gran Hospital, querido expresamente por el P. Pío y construido con los donativos de todos sus devotos. Las celebraciones abarcarán del 4 al 7 de mayo y darán comienzo el jueves 4 con el rezo de los Laudes por la mañana; luego, a las 10,00 h., tras el saludo de mons. Domenico D'Ambrosio, arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo y Delegado de la Santa Sede para el Santuario y las Obras de San Pío de Pietrelcina seguirá un simposio con Fr. John Corriveau, ministro general de los capuchinos, y mons. Michele Lenoci, profesor de sagrada Escritura en el seminario regional de Molfetta (la Pulla), sobre estos temas «El Padre Pío, imagen de Francisco de Asís para el siglo XX» y «El buen samaritano: el Evangelio del sufrimiento». Por la tarde, en la nueva iglesia, después de la celebración eucarística presidida por mons. D'Ambrosio tendrá lugar la bendición de una estatua de Juan Pablo II y la inauguración de una exposición fotográfica. El 5 de mayo, después de «Laudes», a las ore 9,30, mons. Paolo Romeo, nuncio apostólico en Italia, hablará de «La eclesialidad de los grupos de oración» y seguirá la proyección de un Dvd en recuerdo del 5 mayo de 1956 y, a las 11 horas, uno de los momentos más importantes de este 50º aniversario, será la solemne concelebración eucarística presidida por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Papa Benedicto XVI. Habrá, además conciertos, procesión, inauguración de una lápida conmemorativa del evento; seguirán otras conferencias que cerrará el P. Raniero Cantalamessa, predicador apostólico con la relación «Partícipes de los sufrimientos de Cristo». El Domingo 7 de mayo a las 9 horas, en la sala de congresos del hospital se entregarán pergaminos de agradecimiento a los ex trabajadores del Instituto y a las 11,30, en la nueva Iglesia de San Pío, la concelebración eucarística presidida por mons. Domenico D'Ambrosio concluirá las ceremonias del 50º aniversario de la Casa Sollievo della Sofferenza (“Casa Alivio del Sufrimiento”).

Preparación para el octavo centenario de la Regla.

Los Ministros Provinciales Franciscanos de Italia, en la XXX Asamblea de la Unión celebrada en Amantea el 15 de marzo, han programado algunas iniciativas con vistas al octavo centenario de la aprobación de la Regla de san Francisco, que tendrá lugar en el 2009. Propusieron las siguientes temáticas para la reflexión, la formación y la evangelización ad intra: 1° año: la conversión/reconciliación (a través de una purificación de la memoria y signos de testimonio de nuestra unión fraterna); 2° año: el redescubrimiento de la fraternidad, llegando a la frescura de los orígenes (se propone un curso de ejercicios espirituales por los Ministros Provinciales u otros); 3° año: La entrega de la Regla (a programar de acuerdo con las iniciativas de los Ministros Generales y una eventual celebración de un Capítulo de las esteras unitario).



Tres siglos de la historia del Rosario.

Exposición histórica del Rosario en la Basílica Loreto (Ancona) organizada por el P. Floriano Grimaldi. Se pueden ver más de 200 rosarios de los siglos XVIII e XX, sacados del Archivo histórico de la Santa Casa, realizados por los plateros de las Marcas. Los rosarios están embellecidos con materiales como plata y oro, nácar, cristal, coral, turquesa y jade. Se puede visitar también una Exposición fotográfica con fotografías de los años 1925-1930, en las que se pueden admirar – como subraya un comunicado - “rostros, miradas, acciones que los fotógrafos local y los mismos peregrinos han realizado con veracidad y una puntual capacidad de captar la realidad concreta y espiritual, dramática y gloriosa de llegar a la meta”.





1. San José Obrero.



3. Granada: La Santa Cruz.




6. Madre del Divino Pastor Patrona de las Misiones Capuchinas




8. Beato Jeremías de Valaquia Capuchino.




10. Domingo del Buen Pastor



11. San Ignacio de Láconi Capuchino




15. San Isidro Labrador Patrono de Madrid



18. San Félix de Cantalicio Capuchino




19. San Crispín de Viterbo Capuchino




22. Beato Diego José de Cádiz.



28. Ascensión del Señor.

31. Visitación de la Virgen.