Cripta (2)

Capilla y Cripta de Fray Leopoldo (2)

Explicación de los cuadros grafitos, según su autor.

“De la vida de Fr. Leopoldo, que transcurrió heroica y coherente, al ritmo de la cotidianidad y en la más aparente sencillez, he seleccionado diez episodios, que considero particularmente significativos. Se trata de hechos que se prestan a un mensaje figurativo doble, de fácil comprensión, con sólo dejarse llevar de la mano del artista y saber interpretar, a través de la yuxtaposición de planos, el hilo conductor de la fe y la lección de la vida que emana de cada episodio.

Esto me ha llevado a plantear cada cuadro a base de dos perspectivas y, consiguientemente, de dos claves de lectura. En un primer plano, aparece el dato biográfico según su escueta realidad histórica; en segundo plano, con mayores proporciones y fuerte viveza de tonos y colores he sugerido la proyección trascendente, que es figurativa e interpretativa y eleva lo que es relativo a lo absoluto y de lo natural a lo sobrenatural».

Ábside – Altar

Ábside de la Capilla de Fray Leopoldo

Ábside de la Capilla de Fray Leopoldo

“La Eucaristía es fuente y culmen – dice el Concilio Vaticano II — de la actividad de la Iglesia”.Esto queda perfectamente reflejado en el ábside de la capilla-cripta, bajo la aclamación: “Por tu cruz y Resurrección nos has salvado, Señor”, que se expresa después de la consagración. “En el fondo del ábside, detrás del altar– escribe el P. Hugolino – he colocado el motivo simbólico eucarístico de la vid que trepa y se extiende decorativamente entre vuelos de palomas, pelícanos, pavos reales y aves alegóricas. Por tratarse de un motivo simbólico, el colorido no es real sino herrumbroso, y así entona mejor, por otra parte, con el resto de la pintura mural del ambiente y con la técnica empleada”.

Cuadro1. “Tuve hambre y me distéis de comer” (Mt. 25, 35)

Cuadro 1. “Tuve hambre y me distéis de comer”

Cuadro 1. “Tuve hambre y me distéis de comer”

“Fray Leopoldo — escribe Fr. Hugolino –, siendo un muchacho, mientras pastoreaba el rebaño de ovejas regaló su comida a una pobre mujer con un niño en brazos. Detrás, agrandada y en azul, la imagen románica de la Madre de Dios pone de relieve el significado del gesto: el corazón de aquel muchacho se delata en una hermosa obra de misericordia, que revela como hecha al Señor la caridad que se tiene, en su nombre, con «sus hermanos más pequeños «(Mt. 25, 40); idea que traduce muy bien la conocida leyenda evangélica colocada en alto sobre el marco del cuadro: “Tuve hambre y me disteis de comer” (Mt. 25, 35).

Cuadro2. «Estuve desnudo y me vestisteis» (Mt. 25, 36)

Cuadro2. "Estuve desnudo y me vestisteis"

Cuadro 2. «Estuve desnudo y me vestisteis»

“Fray Leopoldo, — dice Fr. Hugolino — cuando era aún adolescente y mientras segaba con su hermano Juan durante el verano en la campiña de Jerez, intentó dar a un mendigo el salario recibido por el tra¬bajo. Reprendido duramente por su hermano, optó por dar a aquel indi¬gente los chanclos que llevaba pues¬tos. Detrás del pobre se yergue la ima¬gen luminosa de Cristo y en lo alto otra frase bíblica desvela el significado humanitario y evangélico de aquella conmovedora bondad: “Estuve desnudo y me vestisteis” (Mt. 25, 36).

Cuadro3. «Quiero ser capuchino como ellos»

Cuadro 3. "Quiero ser capuchino como ellos"

Cuadro 3. «Quiero ser capuchino como ellos»

Así vio y plasmó Fr. Hugolino la vocación capuchina de Fr. Leopoldo: “En Ronda, en mayo de 1895, con ocasión de unos solemnes cultos en honor de la Beatificación de Fray Diego José de Cádiz, capuchino, quedó impresionado por la predicación de dos capuchinos; y solicitó entrar en la Orden. Detrás de los dos predicadores se proyectan las imágenes de san Francisco y san Antonio, mientras los fieles escuchan devotamente sus sermones. En primer plano aparece Fray Leopoldo, puesto de relieve por la figura luminosa de un capuchino a su lado, personificación visible del vivo deseo que abrigaba en su corazón”.

Cuadro 4. «Recibamos lo que nos dan, bueno y malo»

Cuadro 4. "Recibamos lo que nos dan, bueno y malo"

Cuadro 4. «Recibamos lo que nos dan, bueno y malo»

“Fray Leopoldo en su misión de limosnero, encargado de recurrir a ‘la mesa del Señor’ pidiendo limosna de puerta en puerta. Prestando este humilde servicio, Fray Leopoldo tuvo que superar notables dificultades, debidas sobre todo a la situación socio-política del tiempo. Este perfil azaroso de su vida queda reflejado en la figura de Fray Leopoldo que, con las alforjas al hombro y encorvado, sube la empinada escala marcada con las huellas ensangrentadas del vía crucis del Señor”. Así plasmó Fr. Hugolino, en este grafito, el oficio de limosnero de Fr. Leopoldo.

Cuadro 5. «Soy un campesino como vosotros»

Cuadro 5. "Soy un campesino como vosotros"

Cuadro 5. «Soy un campesino como vosotros»

“Fray Leopoldo, después de haber hecho la profesión religiosa en su tarea de hortelano, dedicándose al cultivo de la huerta del convento. Un trabajo humilde, — escribe Fr. Hugolino –llevado con agrado y acierto por él, que sabía mucho de labores del campo. Fray Leopoldo cava la tierra del pequeño viñedo, que se perfila a contraluz con su color verde intenso. Mientras, la imagen luminosa del Padre lo enmarca haciendo de fondo: de fondo a él se encuentra ésta simbólica frase de Jesús: «Ego sum vitis vera… et Pater meus agrícola est» — Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador– (Jn. 15, 1).

Cuadro 6.»Estuve enfermo y me visitasteis» (Mt. 25, 36)

Cuadro 6. "Estuve enfermo y me visitasteis"

Cuadro 6. «Estuve enfermo y me visitasteis»

“Este cuadro recuerda su servicio como enfermero de la Comunidad. En una de las celdas del convento, asiste y da de comer con exquisita caridad a un Hermano enfermo. Detrás de los dos se proyecta la sombra emblemática del episodio del buen samaritano”, según la visión que, de la caridad de Fr. Leopoldo, extrae Fr. Hugolino.

Cuadro 7. «El Espíritu Santo os lo enseñará todo» (Jn 14, 26)

Cuadro 7. "El Espíritu Santo os lo enseñara todo"

Cuadro 7. «El Espíritu Santo os lo enseñara todo»

“El grafito recoge – según Fr. Hugolino — un episodio revelador de la sabiduría espiritual de Fray Leopoldo. Acompañado de un teólogo de la Orden, se entretiene en devota conversación con un arzobispo que recaba sus consejos de hombre de Dios. Sobre Fray Leopoldo se hace simbólicamente visible el Espíritu Santo con un entorno de llamas del Amor Divino, que le hacen intuir lo que otros, después de mucho estudio, apenas logran entrever. El lema que resalta en la parte superior recuerda la promesa de Jesús: ‘El Espíritu Santo os lo enseñará todo’ (Jn. 14, 26)”.

Cuadro 8.»La Virgen descendía vestida de Pastora»

Cuadro 8. "La Virgen descendía vestida de Pastora"

Cuadro 8. «La Virgen descendía vestida de Pastora»

 “Esta escena revela un perfil típico de la espiritualidad de Fray Leopoldo: la entrañable devoción a María Divina Pastora, un título mariano que prendió en su alma y aprendió a amar sobre todo durante el año de noviciado que hizo en Sevilla. La leyenda alusiva, que destaca en lo alto del cuadro, recoge el verso emocionado del poeta: ‘La Virgen descendía vestida de Pastora’. La Virgen aquí – según la concibe Fr. Hugolino –es una imagen toda luz, puesta de relieve con el zarzal ardiente que la rodea en forma de nimbo, del cual irradian resplandores fluorescentes”.

Cuadro 9.»Te adoramos por tu santa Cruz»

Cuadro 9. "Te adoramos por tu Santa Cruz"

Cuadro 9. «Te adoramos por tu Santa Cruz»

“La devoción capuchina a María Divina Pastora se corresponde con otra típicamente franciscana: la devoción a la Cruz de Cristo. Ante esta insignia del cristianismo, encuadrada con diversos símbolos de la pasión de Jesús dispuestos, heráldica y dramáticamente en torno, Fray Leopoldo se rinde en profunda adoración — así lo ve Fr. Hugolino –. Como síntesis del mensaje espiritual del cuadro campean en la parte alta las palabras sustanciales de una oración familiar de San Francisco: ‘Te adoramos por tu santa cruz’”.

Cuadro 10. «A Jesús por María»

Cuadro 10. "A Jesús por María"

Cuadro 10. «A Jesús por María»

“La escena pone de relieve, con un título bien expresivo, la honda devoción mariana de Fray Leopoldo. Pasando por las calles, cumpliendo su misión de limosnero, era frecuente que los niños le abordasen con alegría y afecto; y, mientras conversaba brevemente con ellos, les indicaba con la mano el cielo. Detrás de él, la imagen materna de María, con las doce estrellas y circundada de la luna — que tan bien plasmó aquí Fr. Hugolino –; y al fondo, remarcando el familiar contexto granadino, es visible la Alhambra y, a lo lejos, recortado sobre el azul del cielo, el perfil de Sierra Nevada”.

La Bóveda

Bóveda de la Capilla de Fray Leopoldo

Bóveda de la Capilla de Fray Leopoldo

“En el ciclo pictórico – manifiesta Fr. Hugolino — de los 10 cuadros laterales, María, con motivaciones diversas, es representada tres veces. El dato ha sido deliberado para revivir idealmente el rezo de las Tres Ave Marías, práctica muy familiar en la experiencia orante, y que recomendaba a todos para resolver problemas y superar pruebas y enfermedades. Pero no sólo esto. He querido que la devoción de las Tres Ave Marías que caracterizó su vida cobre todo el realce que se merece. De ahí que aparezca el texto escrito, por entero y, figurativamente, encuadrado en la letra bíblico franciscana Tau de la bóveda; así ésta, dividida en tres grandes compartimentos, se aligera, al mismo tiempo que el conjunto de la cripta adquiere una atmósfera unitaria de Santuario. Por otra parte, la forma de abanico da vida a la gran cubierta abovedada, y la transcripción gráfica del Avemaría empalma, en cierto modo, con las raíces culturales de las decoraciones árabes. La Alambra, por ejemplo, está llena de escrituras-pinturas, que son plegarias, invocaciones, dedicatorias y versos y, al fin, imágenes y arabescos, con su valor de comunicación y de visión. El espacio abovedado con la plegaria del Avemaría, es mucho más que una simple decoración para transmitir y simbolizar un mero virtuosismo estético; es una palpitación alada que serena y eleva, que quita pesantez al mismo techo y, al mismo tiempo, lo decora con estilo original y tradicional, actual y antiguo, culturalmente vivo”.

La tumba

Tumba de Fray Leopoldo de Alpandeire

Tumba de Fray Leopoldo de Alpandeire

Sobre su tumba puede leerse el texto reiterativo de paz y bien. «¡Ojalá! — concluye el P. Hugolino — contribuya todo a transmitir, también a través del arte, lo más entrañable de la lección espiritual de Fray Leopoldo, resumible en el familiar saludo franciscano que identificó su vida: ¡PAZ Y BIEN!».

Otras obras del P. Hugolino de Belluno