Museo

Museo de Fray Leopoldo de Alpandeire

Museo de Fray Leopoldo

Museo de Fray Leopoldo

En el espacio antesala, que precede al ingreso de la tumba, sus hermanos capuchinos han preparado con primor y delicadeza una amplia sala en la que en unas luminosas vitrinas se encuentran objetos, cosas y utensilios del Siervo de Dios que, recogidos y conservados como preciadas reliquias, pueden verse y contemplarse. Todas ellas nos hablan de la pobreza y humildad del Siervo de Dios: hábitos, roquetes, estandarte, cuerda franciscana, bastones, alforjas, sandalias, calcetines, pañuelos, libros, rosario y cuadernos con anotaciones, estampas, … y algunas cajas-diapositivas luminosas que recogen hechos de la vida y muerte de Fr. Leopoldo.

Celda de Fray Leopoldo

Celda de Fray Leopoldo

Pero, de entre todas estas cosas destaca, por encima de todo, su celda o, mejor, la reconstrucción de su celda, cuyos materiales — celosamente guardados por sus hermanos — son los mismos de la celda en la que vivió Fr. Leopoldo en el viejo convento de capuchinos de Granada. Su celda era y es, como la describió un religioso, el “santuario de la altísima pobreza: una cama de banquillos y tres tablas, con un jergón de paja, una silla, varias estampitas en la pared, y una imagen pequeñita de la Divina Pastora, de barro cocido, algunos libros, el Kempis, la Regla, la Biblia, un crucifijo…”. En su celda tenía una vieja mesa con algunos enseres, el palanganero, un hábito… todo ello nos habla de “aquella eminencia de la altísima pobreza, que ha instituido a vosotros, carísimos hermanos míos, herederos y reyes del reino de los cielos, os ha hecho pobres de cosas, y os ha sublimado en virtudes. Esta sea vuestra porción, que conduce a la tierra de los vivientes”. (San Francisco, Regla, cap. VI).

Detalles del Museo: